Jump to content
Game-Labs Forum

navegantepolar

Members2
  • Posts

    4
  • Joined

  • Last visited

navegantepolar's Achievements

Landsmen

Landsmen (1/13)

13

Reputation

  1. Ni yo, me sorprendio mucho encontrarlos en el castillo, que por cierto, deja mucho que desear como tienen el resto de cañones, con lo facil que seria hacer un trabajo de reconstrucción de madera para las piezas o un soporte en otro material..
  2. Ayer encontré estos cañones en el Castillo de Santa Barbara, del uno de los últimos buques de linea de la Armada Española, ya anticuados y de efímera vida. En 1850 se aprobó la puesta en grada en La Carraca y El Ferrol de los últimos grandes navíos de vela. El primero, de 65 cañones, (después llevaría 86) sería el “Reina doña Isabel II”, el segundo, de 80 cañones (después llevaría 84), se bautizaría como “Rey don Francisco de Asís”, habiendo sido diseñados siguiendo los planos o proyectos del antiguo navío “Soberano”, siendo su coste unitario de 4.975.000 reales. Estos buques entraron en servicio el primero en 1852 y al año siguiente el segundo. Siendo sus características iguales. Como fueron tan tardíos, no fueron muy utilizados, pues ya los vapores de ruedas, aunque mucha menos artillería, dado su sistema de propulsión les hacía ser más maniobrables que los grandes navíos. El echo más destacable en el que participó el "Reina doña Isabel II", fue en el bombardeo de la costa durante la guerra de África de 1860. En 1860 todavía se pondría la quilla de un nuevo navío de vela de 100 cañones, que debía llamarse “Príncipe Alfonso”, paralizándose la obra al advertirse que se trataba de un proyecto totalmente obsoleto, para convertirlo en la fragata blindada y de hélice que posteriormente se llamaría “Sagunto”. El navío “Rey don Francisco de Asís”, participo en el viaje que la Reina Isabel II, hizo en Alicante y Valencia el veinticinco de mayo del año de 1858, que acompañaba toda una escuadra al mando del ministro de marina, general don José María de Quesada y compuesta por los buques siguiente: - "Francisco de Asís", navío de 84 cañones, 900 tripulantes, y su comandante el brigadier don Ramón Mª Pery. - " Isabel II", fragata de 20 cañones, 355 tripulantes, su comandante el capitán de fragata, don Juan Bautista Lazaga. - " Perla", fragata, de 16 cañones, 323 tripulantes, su comandante el capitán de fragata don Ramón Topete. - " Corzo", pailebote, de 4 cañones, 44 tripulantes, su comandante el teniente de navío don Eduardo Álvarez Estrada. - " Lince", falucho, de 2 cañones, 51 tripulantes, su comandante el teniente de navío don Mariano Balbianai. - " Petronila", fragata, de con motor de 300 caballos, 37 cañones, 398 tripulantes, su comandante el capitán de fragata don José María de Beranger. - " Isabel la Católica", corbeta, con motor de 500 caballos, 300 tripulantes, su comandante -sin datos-. - " Pizarro", goleta, con motor de 350 caballos, 6 cañones, 141 tripulantes, su comandante el capitán de fragata don Jacobo Macmahón. - " Lepanto", goleta, con motor de 200 caballos, 2 cañones, su comandante el capitán de fragata don Juan Soler Espiauba. - " Santa Isabel", goleta, con motor de 210 caballos, 4 cañones, 97 tripulantes, su comandante el teniente de navío don Abdón Acebal. - " Piles", goleta, con motor de 150 caballos, 4 cañones, 70 tripulantes, su comandante el teniente de navío don Ricardo Durán. - " Liniers", goleta, con motor de 120 caballos, 2 cañones, 74 tripulantes, su comandante el teniente de navío don Diego Méndez Casariego. También estaban presentes en la revista que precedió al embarque de la Familia Real, la fragata de guerra francesa "Impetueuse" y la británica "Curlew", que también fueron visitadas. El día veintiocho salían de viaje para llegar a Valencia, embarcando por segunda vez. La Nave Real iba a ser en el viaje el navío "Francisco de Asís", decorado dignamente. A banda y banda, en la cámara superior de popa, se habían formado habitaciones ajustadas a la necesidad. Tres estaban destinadas a doña Isabel: descanso, tocador y dormitorio, y contiguo a éste el del Príncipe de Asturias. El Rey tenía a su disposición otros tres departamentos: despacho, tocador y dormitorio, quedando sala central de recibo y antecámara comedor. El color carmesí predominaba en el cortinaje, asiento y alfombras; los muebles, variados y ricos, rompían la uniformidad, siendo de efecto ligero y simpático los de maqué y paja del camarote del Príncipe. Lucían en la cámara principal los retratos de SS. MM. entre espejos y jarrones magníficos de porcelana y las vidrieras de color puestas en las puertas de comunicación con el balconaje de la popa, daban pasó a una claridad tenue, agradable a la vista. El vapor "Isabel la Católica", dando remolque al navío, rompió la marcha, siguiendo las dos fragatas de vela, también remolcadas; los demás buques en formación y las fragatas británica y francesa en la retaguardia, avanzaban con marcha verdaderamente majestuosa, a razón de seis millas por hora, que era lo que podía obtenerse de aquella suma heterogénea de barcos, con la mar llana y el tiempo estival, propicio a la comitiva distribuida entre ellos. En el año de 1860 La Reina quiso visitar las isla Baleares, cosa que no la había hecho ningún rey desde don Carlos I y como dicen las crónicas en aquellas islas sólo se les conocía por el busto de las monedas. Esta vez también fue Alicante la ciudad escogida para la reunión de la escuadra, que estaba al mando del Capitán General de Cartagena, al eco de los cañonazos de despida que se realizó el dieciséis de septiembre, compuesta de los siguientes buques: "Navío Rey Francisco de Asís", corbeta "Mazarredo", en memoria de la marina de vela; los vapores "Lepanto" y "Liniers", el "Isabel II", vapor de ruedas de 500 caballos y 16 cañones en batería cubierta, remolcador del navío; los transportes de hélice "San Quintín", "Álava", y "San Francisco de Borja", adquiridos en el Reino Unido, para la campaña contra Marruecos, y la fragata nueva "Princesa de Asturias", de 50 cañones, máquina de fuerza de 600 caballos, dispuesta para nave Real. A la flota se unió la fragata francesa "Gomer", venida expresamente a honrar a los Reyes y darles escolta en el viaje. Nueve buques en total, desemejantes y anticuados en mayor parte por la rápida transformación que del material hacían cada día naciones marítimas más ricas; expresión sin embargo, de los esfuerzos grandes y esperanzas de la regeneración de nuestra Armada. En el viaje ocurrieron varias cosas como siempre muy curiosas: <<Uno de los presentes que el municipio de Mahón ofreció a la Reina a fin de utilizarlo en el puerto y guardarlo después en su memoria, fue una falúa construida por la maestranza del país, habilísima y primorosa en construcción naval. Media 65 pies de eslora y 16 de manga, y era ligerísima. En la proa ostentaba un león coronado de laurel, de talla dorada; en la cámara de popa rica decoración y en el exterior pintura blanca con filetes de oro. Y otra que pudo ser vital para la vida de España: <<Saliendo del puerto con destino a Barcelona, el veinte de septiembre en la fragata Princesa de Asturias y una vez franqueada la boca del puerto, al calar la fragata los masteleros de juanete con objeto de disminuir la resistencia al viento de proa, ocurrió un incidente desagradable, rarísimo, que pudo traer incalculables consecuencias. Hallábase en el puente doña Isabel con la Infantita contestando a las aclamaciones de los buques que había salido a despedirla; muy cerca del Rey, observando con el duque de Tetuán la excelente situación de las baterías de la Mola, que hacía las nubes enviaban el humo de sus cañonazos, cuando se oyó un ruido extraño, y cayendo desde el palo mayor un fragmento de la cruceta, rompió uno de los palos del toldo del puente, desprendiéndose astilla que fue a dar a la Reina, produciéndola tres heridas en la región anterior izquierda de la cabeza. Al verla ensangrentada y envuelta por el toldo caído, sobrecogió el espanto a los presentes, hasta que ella, acaso la menos impresionada, los tranquilizó incorporándose por si sola y sin soltar la mano de la Infanta, pasando a la cámara apoyada en el brazo de su esposo. Paró la maquina el buque lo mismo que los otros, en la duda de volver a Mahón o continuar el viaje, más reconocidas y curadas de primera intención las heridas, por los médicos de cámara, con asistencia de los de la fragata, se vió que no tenía gravedad el accidente, y consultada la voluntad de la Reina, se prosiguió la marcha sin que en la escuadra se sospechara lo ocurrido. En 1860 el navío “Reina doña Isabel II” se habilitó como buque escuela de cabos de cañón y marinería, sustituyendo al navío “Rey don Francisco de Asís”, que se comisionó a Ultramar, para pasar en septiembre de 1865 los cabos de cañón a la fragata “Esperanza”, continuando los de marinería en el navío “Reina doña Isabel II”. En 1861 se instaló en el navío “Rey don Francisco de Asís” una academia de música, que en 1862 pasaría al navío “Reina doña Isabel II” al darse de baja el primero. En el Estado general de la Armada de 1858 figuran: Navío numeral 1 “Reina doña Isabel II” de 86 cañones, construido en 1852 y destinado en la Habana. Navío numeral 2 “Rey don Francisco de Asís” de 84 cañones, construido en 1853 y destinado en El Ferrol. En el de 1860: Con los mismos datos pero sin numeral y sin destino. En el de 1863: El “Reina doña Isabel II” igual que el anterior, pero como escuela de marinería y al mando del brigadier don José Lozano y García. El “Rey don Francisco de Asís” igual que el anterior, pero como escuela de quintos y al mando del capitán de fragata don Juan Topete y Carballo. En el de 1870: No hay ninguna mención de ellos, por lo que debieron ser dados de baja entre ambos Estados generales de la Armada. Como se ha visto no fueron muy activos excepto para hacer viajes regios, pues sus cubiertas daban para hacer cámaras amplias para tal cometido, a excepción del bombardeo de Larache, por el "Isabel", poco más realizaron y siempre o casi siempre a remolque de un vapor de ruedas, por lo tanto no es muy larga su historia, además sólo permanecieron una docena de años en servicio, y la mitad en servicios secundarios. Tuvieron la mala fortuna de ser botados en una época en la que ya estaban anticuados antes de hacerse a la mar Navío Reina doña Isabel II y navío Rey don Francisco de Asís Navío Reina doña Isabel II Todoavante
  3. Gracias, asi es, lo quite, era una búsqueda de "cartas náuticas", en el buscador de la misma página aparecen, hay 19
  4. Este micrositio reúne más de 5300 mapas, planos y dibujos de gran interés para investigadores y ciudadanos en general conservados, en su mayor parte, en el Archivo General Militar de Madrid. Asimismo, incluye una serie compuesta por 418 unidades documentales procedentes del Centro de Estudios Geográficos del Ejército y 252 del Archivo del Museo Naval. La mayor parte de ellos, de los siglos XVIII y XIX, fueron realizados por miembros del Cuerpo de Ingenieros Militares, creado por Felipe V en 1711. La presencia de los ingenieros en Cuba tuvo, en sus primeros momentos, un carácter irregular hasta que, con la constitución en la isla de Capitanía General, en la segunda mitad del siglo XVIII, formalizaron su situación, quedando bajo las órdenes de los capitanes generales. Los ingenieros militares no solo se encargaban de los trabajos propios de su condición militar (fortificaciones, cuarteles, etc.) sino que también asumían otras actividades de carácter civil o religioso (obras públicas, edificios, teatros, iglesias, itinerarios de caminos y ferrocarriles en los que se introdujeron algunos cambios en los signos convencionales dadas las características de la isla) de cuya variada labor son muestra los mapas, planos y dibujos alojados en este micrositio. Entre los mapas generales, destaca la famosa y muy detallada Carta geo-topográfica de Esteban Pichardo, conocida como "Croquis militar de la isla", para el que se dictaron unas instrucciones particulares en 1888, y mapas orlados con paisajes y escenas costumbristas. La procedencia de estos mapas y planos es muy diversa, destacando entre las instituciones que los custodiaron tanto las peninsulares, como el Depósito General Topográfico de Ingenieros o la Sección de Ingenieros del Depósito de Guerra, como el propio archivo de la Capitanía General de Cuba, recogido en archivos del Ministerio de Defensa tras la pérdida de Cuba. Las reproducciones accesibles a través de este micrositio abarcan una variada tipología, desde las pequeñas escalas (planos topográficos de provincias o regiones) hasta los de mayor detalle (croquis de operaciones, edificios, fortificaciones, etc.) y constituyen una pieza clave para el conocimiento de la geografía, la arquitectura militar y el desarrollo urbano de Cuba. Cartografía de Cuba
×
×
  • Create New...