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Cuerpo de Batallones de Marina


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SEGUNDA EPOCA (1717-1827)

 
Escudo Nuevo de la Armada del Mar Océano

Escudo Nuevo de la Armada del Mar Océano

Cuerpo de Batallones de Marina.- Organizado en 1717 por el Ministro de Marina e Indias D. José Patiño, llegó a tener 12 batallones, siendo los primeros en constituirse los denominados: Armada, Bajeles, Marina, Océano, Mediterráneo y Barlovento. Su misión se centró en la guarnición de los buques en los que predominaban los fuegos de fusilería durante el abordaje, además de formar parte de las dotaciones de artillería y de realizar desembarcos, formando parte de las "Columnas de Desembarco" constituidas por la suma de las guarniciones de los buques que intervenían en la acción.

Durante esta época, un total de 110 años, su actuación fue decisiva en múltiples ocasiones, pudiendo citar entre otras:

  • Conquista de Cerdeña, 1717.
  • Conquista de Nápoles y Sicilia, 1732.
  • Expedición a Pensacola (Florida), 1770.
  • Defensa de La Habana, 1762.
  • Expedición a Argel, 1775.
  • Desembarco enTolón, 1793.
  • Defensa de Ferrol, 1800.
  • Reconquista de Buenos Aires, 1806.

En la guerra de la Independencia se distingue en las acciones de Bailén, Ocaña, Talavera, Fuente Frías y Tolosa.

Portal Armada Española.

http://armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/conocenos_organizacion/prefLang_es/03_Flota--04_Flota-Fuerza-Infanteria-Marina--02_historia_FIM_es

De momento no he encontrado nada mejor sigo buscando.

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Los granaderos de la infantería de Marina

Resumiendo lo expresado en los dos apartados anteriores, podemos determinar que desde 1685 la Infantería de Armada y la Infantería de Galeras tenían granaderos. La distinción entre ambas infanterías es pertinente ya que las galeras formaban Cuerpo distinto del de la Real Armada, llegando, incluso, sus soldados a vestir uniformes diferentes hasta la disolución del Cuerpo de Galeras en 1748.

Poco sabemos de los granaderos durante el reinado de Carlos II. Conocemos que existían, al menos en las galeras, y de forma indirecta, aunque este asunto se tratará en el apartado correspondiente, que no tenían un uniforme determinado. No está acreditado que dispusiesen de algún distintivo que les diferenciase de los soldados ordinarios, estribando la diferencia con éstos en la ración y posiblemente, hacia el final del reinado, en algo de dinero como ventaja.

En el reinado de Felipe V, una vez terminada la Guerra de Sucesión, se comienza la reorganización de la Infantería de la Armada mediante la Real Orden de 28 de abril de 1717 que crea los Batallones de Marina.

La citada instrucción, en su primer artículo, establece claramente su propósito:

1. Siendo indispensable que para el perfecto armamento armamento de los Navíos haya Gente de Guerra que los guarnezca, se ha formado el Cuerpo de Tropas con el nombre de Batallones de Marina, los cuales han de hacer el servicio de mar y tierra en los Bajeles, Puertos y Plazas donde fueren destinados.

Cada batallón se componía de 600 hombres, repartidos en 6 compañías de 100 hombres, sin contar oficiales. Como queda claro no aparece ninguna mención sobre granaderos, ni siquiera en el apartado de sueldos y socorros. Sin embargo, varios artículos, referentes al servicio, al vestuario y al armamento, nos van a aclarar este asunto:

Todos los soldados de estos batallones deben ser instruidos en el servicio de Granaderos y siempre que llegue el caso de entrar en guarnición o hacer el servicio en tierra es deberán escoger de cada compañía seis soldados que hagan el servicio de tales Granaderos, de forma que cada batallón forme una compañía del número de treinta y seis soldados y además dos sargentos, los más aptos del batallón y un tambor.”

Esta compañía deberá ser mandada por el capitán y teniente más antiguo del batallón…”

Cuando marche todo el batallón lo hará esta compañía así mismo a la vanguardia como las demás compañías de granaderos, terciadas las armas, y las demás compañías al hombro y las banderas las deberán llevar los tenientes más modernos.”

Todos los soldados, cabos, tambores y pífanos tendrán su birretina de granadero además del sombrero (de tres picos)…”

El armamento que se ha de dar y han de tener estos batallones deberá ser en esta forma: cada cabo y soldado….., una bolsa granadera de vaqueta con sus arreos y un hacha de mano puesta en ella…”

Resumiendo lo anterior podemos decir que todos los soldados tienen entrenamiento, vestuario y armamento de granaderos; que cuando desfile la compañía de granaderos lo hará en cabeza y al mando de los oficiales más antiguos (distinción), que la compañía de granaderos llevará birretina y bolsa granadera con hacheta (distintivos).

Esta consideración de granaderos a todos los soldados del Cuerpo de Batallones, aunque no se explica, viene, sin duda, motivada por el modo de combatir de la infantería de marina a bordo de los buques; pues, desde que los buques adversarios están a “tiro de pistola” o a “toca penoles” hasta que se llega al abordaje, la infantería combate en primera línea, lanzando granadas y artificios incendiarios al contrario.

Añadir, por último, que la adopción de la birretina o gorra de pelo, (cubierta de piel de oso o de piel de bisonte en las Indias), vino motivada por la necesidad de evitar que la prenda de cabeza, (chambergo en el S. XVII y el sombrero de tres picos en el S. XVIII), estorbase el lanzamiento de granadas.

Blog Cátedra de Historia y Patrimonio Naval

https://blogcatedranaval.com/2012/04/27/los-granaderos-de-la-infanteria-de-marina-ii/

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La Brigada Real de Marina.

Notapor AFOCES » 12 Jun 2009, 16:33

La Infantería de Marina, durante la Guerra de la Independencia, contaba con seis regimientos que se reducen a cuatro, al finalizar la contienda, y a tres en el año 1817: 1º, 5º y 6º en los departamentos de Cádiz, Cartagena y Ferrol respectivamente. Aunque estas reducciones eran significativas no eran diferentes al de otras fuerzas españolas. La situación económica del país, después de tan durísima campaña, era crítica y de ella gozaban las unidades de la Armada. Por ejemplo : las destinadas en el departamento de Ferrol “… se hallaban al descubierto de 52 mensualidades de sus goces…”

El estado de penuria nacional - que provocaría al poco tiempo una reestructuración del Cuerpo - queda retratado en la memoria que el ministro Vázquez de Figueroa presenta al rey en 1816 y en la que expone una situación de auténtica hambruna. Las unidades de infantería de marina había vuelto a cumplir los cometidos habituales en tiempo de paz, pero los buques eran pocos y, por tanto, escasas las necesidades de guarnición. El ministro exponía que las unidades de infantería de marina: “…se han empleado en patrullar y evitar desórdenes…. Pero no solo no ha sido posible remediar su desnudez, sino que aún el socorro diario lo han percibido sus individuos con 20 y 30 días de atraso, verificándose muchas veces entrar de guardia con solo pan…” (4 y 5)

Por su parte, el ministro Salazar en su “Juicio crítico de la marina militar en España señalaba “ … el escaso contacto de las unidades con sus oficiales ya que desperdigadas en misiones concretas, destacamentos, patrullas… no tenían ocasión de instruirse lo que se traducía en un relajamiento de la disciplina…” y exponía con toda crudeza: “ …vergüenza da ver a estos soldados, singularmente los de batallones, y más si están formados, porque entonces presentan un cuadro al modo de pordioseros en la puerta de un convento. Allí se observa toda clase de ropajes y de colores: uno lleva el antiguo uniforme, otro el moderno, unos con sombrero de tres picos, otros con redondo, otros con gorra … pero todos sucios y andrajosos; el que tiene fusil carece de bayoneta; a quien tiene sable la falta la vaina o no tiene cartuchera… También he presenciado otra cosa bien singular y es tener que encerrar a la tropa en el cuartel. Porque la absoluta desnudez en que se hallaba no permitía, sin ofensa de la decencia, que saliese por las calles…” (4 y 5)

A esta terrible situación era preciso dar una solución que podría haber consistido en dotar al Cuerpo con un mínimo de medios, pero se optó por lo que parecía menos costosa y era la unión de la Artillería de la Armada (Nota 1) y la Infantería de Marina en un sola institución que en realidad encubría una reducción de efectivos (2). “La reunión de la infantería y la artillería en un solo cuerpo de tropas de marina… ofrece tan conocidas ventajas - decía el conde de Salazar - que no puede dejar de extrañarse que no se haya pensado en cosa tan obvia. El cañón es la principal y, casi puede decirse, única arma de la guerra naval… más no por eso se ha de pensar que haya ninguna verdadera incompatibilidad entre el uso del cañón y el del fusil, o en el ejercicio y profesión del soldado de artillería y de infantería. Y siendo así ¿por qué, ni para qué dividir en dos cuerpos enteramente distintos entre si, funciones que uno mismo pudiera desempeñar muy bien?

Este Cuerpo, de conformidad con el acuerdo del Consejo de Estado, se denominó Brigada Real de Marina y conservó los mismos privilegios y particulares distinciones que gozaba el Cuerpo de Infantería Real de Marina (5). Un decreto de 27 de diciembre de 1821 establecía “ …Los actuales cuerpos de infantería y artillería de marina se refundirán en uno solo , al que se dará igual instrucción en el manejo del cañón y demás piezas de artillería que en el fusil y evoluciones militares…”.

Sin embargo, por unas u otras razones, el Decreto no se llevó a cabo hasta el 7 de enero de 1827 en que Fernando VII crea la Brigada Real de Marina con las unidades de infantería de Marina y las brigadas de artillería. La brigada formaba un cuerpo enteramente separado del General de la Armada e, incluso, sus oficiales tenían empleos, denominaciones y uniforme diferente. Por ello, bien puede decirse que es en este momento cuando por primera vez la Infantería de Marina cuenta con oficialidad propia (nota 2). Inicialmente se destinaron para los mandos efectivos de la brigada a un nutrido número de oficiales, encabezados por el jefe de escuadra don Domingo Monteverde, como comandante general, y entre los que se incluían mayoritariamente antiguos oficiales de los dos cuerpos integrados especialmente cualificados. (R.O de 24 de junio de 1827). (Ver notas 4 y 5)

La nueva organización no tuvo éxito. Queda reducida, en 1830, a dos batallones y se aprecia la necesidad de una nueva organización porque no se consiguen los resultados que anteriormente proporcionaban, por separado, los dos cuerpos integrados. La brigada se disuelve en 1833 y se crea una nueva organización con el nombre de “ Cuerpo de Artillería de Marina”…

Pero, a principios de 1833, se inicia la primera guerra carlista y el Gobierno vuelve a acordarse de la utilidad de las tropas de Marina en campaña. Se organizan tres batallones más, uno en Cádiz, otro en Ferrol y el último, sorprendentemente, en Molina de Aragón tomando como base una compañía destacada en Madrid. Estos nuevos batallones, curiosamente, se revistan, ajustan, y pagan por la administración militar y con cargo al presupuesto de Guerra.

Pues bien, durante más de cien años - y debido a las guerras carlistas, cantonales y ultramarinas - la Infantería de Marina adquiere el carácter de Fuerza Expedicionaria casi permanente y, de ello, es un claro ejemplo el 2º Regimiento de Infantería de Marina que operó durante 10 años seguidos en Cuba.

Referencias.
1.- La infantería de Marina española. Síntesis Histórica Y evolución Orgánica. Cap. IM Barrera de Segura.EIM. Julio 1997.
2.- La Infantería de Marina española. Historia y Fuentes. Hugo de O’Donnell y Duque de Estrada.
3.- Crónica de las Promociones de Oficiales del Cuerpo de IM (1537-1990) . Antonio Sánchez Pastor. Editorial naval 1991.
4.- Historia de la IM. Rivas Fabal.
5.- Historia de la IM. Rodríguez Delgado.
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Aunque un navío llevara la insignia de Teniente General o Jefe de Escuadra, el mando y control del propio buque recaía en un Capitán de Navío (que era llamado Capitán de Bandera si el navío era buque insignia), y que se rodeaba de una docena de oficiales de guerra subalternos para esta tarea, siendo normalmente un Capitán de Fragata el segundo en el escalafón. Un Capitán de Navío, que equivalía a coronel en el Ejército, podía mandar también un batallón de Infantería de Marina. Mientras que un Teniente de Navío también podía ejercer las labores de mando de una compañía de Infantería de Marina, que era lo que normalmente llevaba un navío como guarnición. Los oficiales subalternos, normalmente Tenientes de Navío, podían obtener el mando temporal de alguna embarcación apresada, para su transporte a puerto, y así ir demostrando sus dotes de marino y mando.

Todo a babor "La Batalla de Trafalgar. Diferencias en las flotas".

http://www.todoababor.es/articulos/index_traf.htm

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